El 55.4% de los trabajadores empleados en América Latina no contribuyen a la seguridad social, ya sea jubilaciones, seguro de desempleo, cobertura de salud o transferencias para garantizar ingresos para familias con hijos, según datos de Organización Internacional del Trabajo (OIT). La OIT menciona que la cobertura contributiva para la protección social en el área de las pensiones aumentó del 36,6% al 44,6% entre 2005 y 2015.

Esto significa que aproximadamente 145 millones de trabajadores latinoamericanos no hicieron contribuciones en 2015 en una región donde la población se está convirtiendo en ancianos. Según estimaciones de Comisión Económica para América Latina y el Caribe ( CEPAL ), la población mayor de 60 años superará el número de niños en 2036.

El informe OIT indica además que la cobertura contributiva es asimétrica entre trabajadores y regiones. La contribución de los trabajadores se concentra principalmente en funcionarios públicos, donde alcanza el 80%, y en el sector privado, el 62,5%. Mientras tanto, los autónomos y los trabajadores domésticos tienen tasas de solo 15% y 26,6%, respectivamente.

Con respecto a la cobertura por región en América Latina, el Cono Sur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) alcanzaron el 58.6%, en comparación con los países andinos (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), la tasa alcanzó el 31,4%. En Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, República Dominicana) y México, el porcentaje de cobertura fue del 31,2%.

Solo seis de los 16 países de la región tienen una cobertura contributiva superior al 50% de las personas empleadas: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Panamá y Uruguay. El país con el mayor porcentaje de trabajadores empleados que contribuyen a la seguridad social es Uruguay : 75,6%. En el último puesto se encuentra Bolivia, donde solo contribuye el 17.4% de los trabajadores.

El 34% de las personas mayores de 65 años no reciben salario ni pensión.

La cobertura contributiva analizada por grupo de edad también denotó una diferencia. Las coberturas son menores entre los jóvenes, lo que según la OIT se debe a la mayor incidencia de informalidad en este grupo de edad. Hasta los 29 años, la cobertura contributiva es del 42% y aumenta al 50,6% entre los 30 y 44 años. El porcentaje vuelve a caer a medida que los trabajadores de más edad pasan del mercado laboral a categorías menos formales de trabajo, advierte la OIT.

En 2015, el 43,5% de las personas mayores de 65 años recibieron una pensión; 8.3% recibió una pensión y salario; 14.8% recibió solo salarios y; El 33,6% no recibió salario ni pensión. Con respecto a la cobertura por región en América Latina, estos porcentajes cambian significativamente. En el Cono Sur, el 62.9% recibe una pensión, mientras que en los Países Andinos y Centroamérica y México , el porcentaje es 45.9% y 54.4%, respectivamente.

El 45,3% de las mujeres contribuyen a la seguridad social.

Según el informe, en el período analizado de 2005 a 2015, la cobertura contributiva de mujeres mejoró más que la de hombres. En América Latina, la tasa para las mujeres fue del 45,3% y para los hombres del 44,2%. Según el informe OIT, el avance se debe al progreso en la cobertura del trabajo doméstico para las mujeres, especialmente en los países del Cono Sur.

La cobertura entre hombres y mujeres es diferente en América Latina, hay algunos donde la cobertura de los hombres es sustancialmente más alta que la de las mujeres (Costa Rica y Perú), otros casos en los que la cobertura de las mujeres es mayor que la de los hombres (Panamá, República Dominicana y Honduras), y otros casos donde existen valores similares (Brasil, Colombia y Paraguay). En el caso de las mujeres mayores de 65 años, el 44,5% de ellas recibió una pensión y un salario. Este porcentaje alcanza el 67.3% en el Cono Sur, mientras que en Centroamérica era solo el 11.6% y en los Países Andinos alcanzó 18,9%.

“Estos datos nos recuerdan que vivimos en una región de alta informalidad, que afecta directamente la participación en los sistemas tradicionales de protección social, porque la mayoría de los trabajadores no hacen contribuciones. La cuestión de la cobertura y la suficiencia de las pensiones es fundamental y expresa una brecha que compromete el futuro de los países, si tenemos en cuenta que la región se encuentra en un proceso de envejecimiento demográfico", advierte el director regional de OIT, José Manuel Salazar-Xirinachs.

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